
Los atunes son peces de gran tamaño (algunos pueden llegar a pesar más de 600 kilos), muy voraces y excelentes nadadores y depredadores que pueden alcanzar velocidades de hasta 90 kms/hr, pero no siempre son así, cuando son huevos estos son flotantes y quedan a merced de las corrientes del Mediterráneo, donde encuentran las mejores condiciones para su desarrollo, crecen rápidamente, su tamaño oscila entre 1 y 1,2 milímetro, estas larvas eclosionan a los 2 días creciendo hasta los 4 milímetros de talla, prácticamente en dos semanas ya tienen forma de pececillo con todas las estructuras bien desarrolladas y en un mes llegan a la metamorfosis, tras la cual se convierten en un pequeño atún semejante a los adultos. La maduración de los alevines dura al menos todo un año, hasta que los ejemplares jóvenes de 1 a 3 años emigran saliendo del Mediterráneo, luego los juveniles permanecerán en el Atlántico donde se pueden cubrir mejor sus necesidades energéticas. A partir de ese momento se unen a los adultos a la espera de alcanzar su madurez sexual, aproximadamente a los 5 años (15-30 kgs / 1 mt.), con el propósito de contribuir en las migraciones reproductoras.
Los atunes poseen un cuerpo robusto, pedúnculo caudal afilado pero poderoso. Línea lateral formando una curvatura bastante pronunciada por encima de la pectoral. Boca hendida hasta la altura del ojo. Pequeños dientes aterciopelados en el vómer y los palatinos. Dorso azul oscuro, flancos más claros, vientre plateado. Líneas verticales y puntos claros bien marcados en la parte inferior del cuerpo de los jóvenes. Aletas grises o parduscas más o menos marcadas de amarillo. Pínulas amarillas con un borde negro bastante estrecho. Quilla negra, semitransparente en los jóvenes. Cuerpo rechoncho que se adelgaza regularmente hacia atrás. Ojos pequeños, sobre todo en el ejemplar adulto Leer el resto de la entrada »